Como señala la declaración de principios de este blog, hay una serie de temas en que las personas que se dicen ateos no coinciden. Desde mi perspectiva, ésa no es una falencia sino una virtud; el hecho de que se genere un debate hace a las ideas cada vez más fuertes y atractivas. Por esto, quisiera iniciar esta entrada sosteniendo que lo que viene a continuación no es una certeza, sino más bien una serie de ideas relacionadas entre sí que tienen como único objetivo posicionar ciertas opiniones respecto al ateísmo. Debido a esto tu opinión se vuelve más relevante que nunca, por favor ¡opina y postea!
Hace poco leí el post de una amiga en Facebook en el que hablaba sobre el “Orgullo Ateo”. A raíz de esto me surgieron una serie de preguntas respecto al tema. ¿Por qué hay menos proselitismo ateísta que de otros temas como derechos animales, minorías sexuales, grupos pro legalización de la marihuana[1], etc? ¿Será que es difícil aceptarse ateo en una sociedad como la que vivimos? Si esto último es efectivo, ¿por qué es así? ¿Por qué existe tan poco “orgullo ateo”? La respuesta más obvia que se me ocurre tiene que ver que la sociedad en la que vivimos se autodenomina "estadísticamente" creyente. Más allá, tiendo a creer que, aparte de que la sociedad se autodenomine creyente en su mayoría, existe una serie de instituciones asociadas a la religión que inhiben la posibilidad del orgullo. Instituciones educacionales -colegios y universidades-, instituciones de caridad, entre otras, están tan fuertemente arraigadas en nuestra sociedad que muchos por temor a ser discriminados, no se manifiestan como "orgullosamente ateos".
Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo deben actuar quienes se dicen ateos? ¿Cómo pueden promover sus ideas en una sociedad como la nuestra? Instintivamente creo que existen dos posibles caminos: la asociación y la promoción. A continuación trataré de explicar las virtudes y defectos de esos caminos. Sin embargo, y como dijimos, no consideraremos uno como mejor que otro.
Creo que la primera solución sería, hipotéticamente hablando, una agrupación de no creyentes que se encargue tanto de proteger a los ateos de la discriminación de la sociedad como también crear otra serie de instituciones anexas (educacionales, caritativas, etc.) que se dediquen a competir palmo a palmo con las instituciones creadas por personas creyentes. Tiendo a pensar que esto incrementaría notablemente el orgullo ateo ya que hará que aquellos que no se atreven a hacer publica su opinión si lo harían debido a que se sentirán parte de una agrupación.
No obstante, esta posibilidad también tiene sus defectos. Como se dijo antes, una de las virtudes de los que se dicen "ateos" es su apertura a la discusión de cualquier tema; esta virtud ha hecho de las ideas ateístas tan fuertes y sólidas. Ahora someter estas ideas a una organización proselitista implica que muchas de estas ideas no serán debatibles ya que éstas tendrán que ser estandarizadas por el beneficio de toda la organización. Todas las organizaciones se comportan de la misma manera, ya que cuando llega la hora de que el mensaje se propague, éste tiene que ser claro y sin dobles opiniones. Con esto, y considerando la eventual asociación atea, se pierde todo el debate intrínseco de este tipo de ideas.
Por otra parte, existe la posibilidad de promover estas ideas mostrando incluso sus discrepancias y desacuerdos. Al revés de lo que sucede con la idea de la organización, la mayor virtud de la promoción depende del hecho de que esta forma de fomento no esta asociada a ninguna organización y, por lo tanto, puede generar ideas cada vez más fuertes.
Las debilidades de esta forma de promoción son principalmente su lentitud y su incapacidad de hacer lobby político. Su lentitud, sin embargo, parece un defecto menor a la hora de promover. Perfectamente muchos de nosotros podemos soportar sembrar lentamente nuestras ideas, no obstante es difícil dejar pasarnos a llevar por ideas que con las que no comulgamos[2].
La idea del lobby político creo que es lo único que puede proteger nuestros derechos. Hoy en día esto se hace más indispensable que nunca, donde asociaciones religiosas imponen opiniones morales en el debate publica dejando a los no creyentes relegados a un segundo plano en el cual no pueden participar porque no son representados. Por poner un ejemplo, en EEUU las personas que se declaran ateas o agnósticas son tan considerables en proporción como la comunidad hispana o afro-americana. Estas últimas están presentes en el debate político, tienen representantes en ambos partidos que las protegen, además de una serie de instituciones que defiende sus derechos. Por el contrario las personas que se declaran agnósticos o ateos en Estados Unidos, y pese a ser un grupo considerable, no tienen nada que los defienda de, por ejemplo, imposiciones de la corte suprema que claramente dañan la base pública de la sociedad donde se supone las decisiones deber ser tomadas sin consideración de ningún credo religioso en particular. Un dato sobre la mesa: ningún presidente de los Estados Unidos se ha declarado o ateo o agnóstico a través de la historia, a su vez, la gran inmensa mayoría de los congresistas siempre son (o dicen serlo) creyentes. De más está decir que en Sudamérica el asunto no es muy distinto.
En conclusión, lo que me propongo en esta entrada claramente no es abogar por la creación de una sociedad de ateos ni mucho menos. Simplemente me propongo mostrar algunas fortalezas y deficiencias de hacer proselitismo ateísta con la intensión de contrastar opiniones y lograr generar un debate que nos permita a los no creyentes poder manifestar y promover sus ideas de mejor forma. No obstante, reitero, no tenemos ninguna certeza respecto al tema, así que esperamos tus opiniones y críticas.
[1] Tengo la sensación que el otro tema tabú del cual las opiniones son relativamente restrictivas es respecto al aborto.
[2] Cuando escribí la entrada pensé que la lentitud de la promoción de las ideas ateístas era un mal menor. No obstante, y pensándolo posteriormente, me di cuenta de que esa es una virtud que nos permite la sociedad en la que vivimos donde la ortodoxia religiosa no hace mella de nuestros derechos fundamentales. Me imagino, por poner un ejemplo extremo, que el hecho de una lenta promoción de las ideas afecta gravemente los derechos de mujeres que en algunas partes del mundo se ven obligadas a usar el burka a costo de su vida.
No sé. Siento que la idea de un "lobby" ateo o una "asociación atea" pasa finalmente a convertir la doctrina en un asunto confesional, al mismo nivel que cualquier otra religión. Al final, vendría siendo algo así como "la religión que no es religión". Y pienso que una sociedad liberal no avanza así. Ninguna religión, ni siquiera "la religión de la no religión", debe guiar la toma de decisiones a nivel de Estado. El proselitismo, religioso o ateo, me jode. Un Estado laico no es sinónimo de un Estado ateo. Un Estado laico no adhiere a ninguna doctrina religiosa, pero las escucha a todas. No está bien que nadie imponga sus "verdades morales". Francamente, que lo haga la Iglesia o lo hagan los ateos, me parece igual de lamentable.
ResponderEliminarEL ATEISMO CONSISTE EN LA FIRME CONVICCION, APOYADA EN LA CIENCIA, DE QUE LOS DIOSES SON INEXISTENTES, Y QUE NO SON MAS QUE INVENTOS DEL HOMBRE, ORA EN SU IGNORANCIA EN LOS ALBORES DE LA HUMANIDAD, HOY COMO ARMA DE DOMINIO. HAY QUE TENER BIEN CLARO QUE LA RELIGION LLAMESE COMO SE QUIERA LLAMAR, JUDIO ORTODOXA, SIONISTA, CRISTIANA, MUSULMANA, TAOISTA, BUDISTA, HINDUISTA, SINTOISTA, TRIBAL, SATANISTA, ETC, CASTRA EL PENSAMIENTO CRITICO Y CREADOR DEL SER HUMANO, CUANTO DAÑO LE HA HECHO LAS RELIGIONES A LA SOCIEDAD HUMANA, ES INCALCULABLE, EL SOLO ENFRENTAMIENTO ENTRE DOS PODERES CON EL CRISTIANISMO Y EL JUDIOSIONISMO, NOS HA LLEVADO EN SOLO 2 MIL AÑOS, ADPORTAS DE UNA GUERRA NUCLEAR QUE NOS EXTERMINE A TODOS. POR ESO LAS RELIGIONE HAN SIDO NEFASTAS PARA EL DESARROLLO Y AVABCE DE LA SOCIEDAD, LO MISMO QUE LA CIENCIA SERVIL.
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