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miércoles, 19 de mayo de 2010

ORGULLO Y ASOCIACIONES DE ATEOS

Como señala la declaración de principios de este blog, hay una serie de temas en que las personas que se dicen ateos no coinciden. Desde mi perspectiva, ésa no es una falencia sino una virtud; el hecho de que se genere un debate hace a las ideas cada vez más fuertes y atractivas. Por esto, quisiera iniciar esta entrada sosteniendo que lo que viene a continuación no es una certeza, sino más bien una serie de ideas relacionadas entre sí que tienen como único objetivo posicionar ciertas opiniones respecto al ateísmo. Debido a esto tu opinión se vuelve más relevante que nunca, por favor ¡opina y postea!

Hace poco leí el post de una amiga en Facebook en el que hablaba sobre el “Orgullo Ateo”. A raíz de esto me surgieron una serie de preguntas respecto al tema. ¿Por qué hay menos proselitismo ateísta que de otros temas como derechos animales, minorías sexuales, grupos pro legalización de la marihuana[1], etc? ¿Será que es difícil aceptarse ateo en una sociedad como la que vivimos? Si esto último es efectivo, ¿por qué es así? ¿Por qué existe tan poco “orgullo ateo”? La respuesta más obvia que se me ocurre tiene que ver que la sociedad en la que vivimos se autodenomina "estadísticamente" creyente. Más allá, tiendo a creer que, aparte de que la sociedad se autodenomine creyente en su mayoría, existe una serie de instituciones asociadas a la religión que inhiben la posibilidad del orgullo. Instituciones educacionales -colegios y universidades-, instituciones de caridad, entre otras, están tan fuertemente arraigadas en nuestra sociedad que muchos por temor a ser discriminados, no se manifiestan como "orgullosamente ateos".

Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo deben actuar quienes se dicen ateos? ¿Cómo pueden promover sus ideas en una sociedad como la nuestra? Instintivamente creo que existen dos posibles caminos: la asociación y la promoción. A continuación trataré de explicar las virtudes y defectos de esos caminos. Sin embargo, y como dijimos, no consideraremos uno como mejor que otro.

Creo que la primera solución sería, hipotéticamente hablando, una agrupación de no creyentes que se encargue tanto de proteger a los ateos de la discriminación de la sociedad como también crear otra serie de instituciones anexas (educacionales, caritativas, etc.) que se dediquen a competir palmo a palmo con las instituciones creadas por personas creyentes. Tiendo a pensar que esto incrementaría notablemente el orgullo ateo ya que hará que aquellos que no se atreven a hacer publica su opinión si lo harían debido a que se sentirán parte de una agrupación.

No obstante, esta posibilidad también tiene sus defectos. Como se dijo antes, una de las virtudes de los que se dicen "ateos" es su apertura a la discusión de cualquier tema; esta virtud ha hecho de las ideas ateístas tan fuertes y sólidas. Ahora someter estas ideas a una organización proselitista implica que muchas de estas ideas no serán debatibles ya que éstas tendrán que ser estandarizadas por el beneficio de toda la organización. Todas las organizaciones se comportan de la misma manera, ya que cuando llega la hora de que el mensaje se propague, éste tiene que ser claro y sin dobles opiniones. Con esto, y considerando la eventual asociación atea, se pierde todo el debate intrínseco de este tipo de ideas.

Por otra parte, existe la posibilidad de promover estas ideas mostrando incluso sus discrepancias y desacuerdos. Al revés de lo que sucede con la idea de la organización, la mayor virtud de la promoción depende del hecho de que esta forma de fomento no esta asociada a ninguna organización y, por lo tanto, puede generar ideas cada vez más fuertes.

Las debilidades de esta forma de promoción son principalmente su lentitud y su incapacidad de hacer lobby político. Su lentitud, sin embargo, parece un defecto menor a la hora de promover. Perfectamente muchos de nosotros podemos soportar sembrar lentamente nuestras ideas, no obstante es difícil dejar pasarnos a llevar por ideas que con las que no comulgamos[2].

La idea del lobby político creo que es lo único que puede proteger nuestros derechos. Hoy en día esto se hace más indispensable que nunca, donde asociaciones religiosas imponen opiniones morales en el debate publica dejando a los no creyentes relegados a un segundo plano en el cual no pueden participar porque no son representados. Por poner un ejemplo, en EEUU las personas que se declaran ateas o agnósticas son tan considerables en proporción como la comunidad hispana o afro-americana. Estas últimas están presentes en el debate político, tienen representantes en ambos partidos que las protegen, además de una serie de instituciones que defiende sus derechos. Por el contrario las personas que se declaran agnósticos o ateos en Estados Unidos, y pese a ser un grupo considerable, no tienen nada que los defienda de, por ejemplo, imposiciones de la corte suprema que claramente dañan la base pública de la sociedad donde se supone las decisiones deber ser tomadas sin consideración de ningún credo religioso en particular. Un dato sobre la mesa: ningún presidente de los Estados Unidos se ha declarado o ateo o agnóstico a través de la historia, a su vez, la gran inmensa mayoría de los congresistas siempre son (o dicen serlo) creyentes. De más está decir que en Sudamérica el asunto no es muy distinto.

En conclusión, lo que me propongo en esta entrada claramente no es abogar por la creación de una sociedad de ateos ni mucho menos. Simplemente me propongo mostrar algunas fortalezas y deficiencias de hacer proselitismo ateísta con la intensión de contrastar opiniones y lograr generar un debate que nos permita a los no creyentes poder manifestar y promover sus ideas de mejor forma. No obstante, reitero, no tenemos ninguna certeza respecto al tema, así que esperamos tus opiniones y críticas.



[1] Tengo la sensación que el otro tema tabú del cual las opiniones son relativamente restrictivas es respecto al aborto.

[2] Cuando escribí la entrada pensé que la lentitud de la promoción de las ideas ateístas era un mal menor. No obstante, y pensándolo posteriormente, me di cuenta de que esa es una virtud que nos permite la sociedad en la que vivimos donde la ortodoxia religiosa no hace mella de nuestros derechos fundamentales. Me imagino, por poner un ejemplo extremo, que el hecho de una lenta promoción de las ideas afecta gravemente los derechos de mujeres que en algunas partes del mundo se ven obligadas a usar el burka a costo de su vida.

lunes, 5 de abril de 2010

¿POR QUÉ DIOS PERMITE TANTO DOLOR?

No hay otra vida; la vida misma es sólo una visión y un sueño, porque nada existe salvo el espacio y tú. Si hubiese un Dios todopoderoso, habría hecho todo bueno y nada malo (Mark Twain)

Un niño -luego de mirar la televisión- le pregunta a su papá por qué dios castiga de esa manera a las personas que sufrieron los efectos del terremoto del 27 de febrero. Pareciera que el único pecado que cometieron, en comparación a los que no nos vimos afectados, fue estar en el lugar y momento equivocado. Entonces, qué hicieron para merecer ese castigo; cómo le dices a un niño de 10 años por qué dios no los quiere.
Para un ateo no resultaría demasiado complejo explicarle a ese niño que la única diferencia entre esas personas y nosotros, los ilesos, son las circunstancias. No hay castigo, revancha ni enseñanza (a palos) de un ser superior. Simplemente, viven en un lugar que se ve afectado, de tanto en tanto, por el efecto del movimiento de las placas tectónicas. La ciencia lo ha confirmado y predice que seguirá sucediendo. No es un misterio que en algunos años más otros niños se impresionarán por el sufrimiento de las víctimas del efecto de la naturaleza.
Pero volvamos a dios y su castigo, su supuesto castigo.
Las religiones cristianas ante las múltiples evidencias que respaldan la Teoría de la Evolución, han desarrollado distintas estrategias para atacar las pruebas empíricas y racionales que refutan el carácter divino y antropocéntrico de nuestro origen. Primero, fue a través del creacionismo (que aún cuenta con bastantes seguidores, sobre todo en EE.UU.), y luego con la teoría seudo científica del diseño inteligente.
Básicamente, el diseño inteligente es una versión renovada del creacionismo que intenta dar densidad científica a las afirmaciones de su doctrina madre, que se vio contra la pared una vez que la ciencia refutó afirmaciones tan inverosímiles como que la Tierra fue creada en seis días y sólo tendría unos miles de años de antigüedad.
No nos centraremos en analizar el diseño inteligente, solamente diremos que es una argucia de la ortodoxia religiosa que intenta equiparar el discurso científico del evolucionismo con una ciencia “teísta”, a través de un discurso y pirotécnica que, a ojo ingenuo, pareciera ser seria y contrastada1.
El diseño inteligente concluye que tras la complejidad de la vida no puede no existir algo como la nada, sino que la mano de una fuerza inteligente que la organizó. Para diferenciarse del creacionismo, el diseño inteligente trata de obviar la palabra “dios”, pero no resulta demasiado complicado ver hacia dónde van.
En 2005, cuando George W. Bush se mostró partidario de enseñar a la par del evolucionismo las teorías del diseño inteligente, Noam Chosmky2 acuñó otro termino, el de “diseño maligno”: la crueldad del mundo, el dolor que vemos a nuestro alrededor, sería suficiente prueba para confirmar que si existe una mano tras la vida y nuestro mundo no puede ser ni inteligente ni amorosa. La ironía de Chomsky es certera: la creación divina de un ser superior (o fuerza inteligente) no está contrastada por la realidad. El diseño que defienden los religiosos podría ser cualquier cosa menos perfecta e inteligente.
Por supuesto, tras el dolor y muerte del terremoto no está dios, el karma o una fuerza parecida. De hecho, la Teoría de la Evolución aporta las piezas que faltan para comprender el dolor gratuito. Si hay imperfección en nuestro mundo, en la naturaleza, es simplemente porque vivimos en un proceso de evolución constante, explicado con mucho detalle por la microbiología, la geología y otras disciplinas científicas que, basadas en la razón y la experimentación, han derribando las cortapisas que la religión impone al conocimiento y el desarrollo intelectual.

domingo, 21 de febrero de 2010

DERECHOS ANIMALES Y RELIGIÓN.

Hace poco, vio la luz pública una campaña dedicada a promover los derechos de los animales. Esta campaña hacía una llamado ecuménico para que todos, absolutamente todos –religiosos, ateos, heterosexuales, homosexuales– respetásemos a los animales. A raíz de esto nos surgió la pregunta, ¿se puede ser creyente y a la vez respetuoso de los seres vivos no humanos? ¿Se puede tener parámetros éticos basados en la religión y a su vez otorgarle una igual consideración moral al resto de las especies?

Lo primero que me propongo explicar, de manera general, son cuáles han sido los principales argumentos que defienden una igual consideración moral hacia los animales, para posteriormente mostrar cuál es la relación de estas posturas con las ideas religiosas.

Sin duda existen muchos, pero muchos, argumentos que sostienen un trato digno hacia los animales. Sin embargo, creo que los más difundidos son los que desarrolló el filósofo australiano Peter Singer en su famoso libro Liberación Animal (1975). En dicho libro, Singer sostiene que la razón por la cual no maltratamos a seres humanos se debe a que los seres humanos son susceptibles al sufrimiento, ya sea éste psicológico o físico. Durante muchos siglos, los seres humanos fuimos escépticos respecto al sufrimiento animal y debido a esta razón creamos un sinnúmero de instituciones (entre ellas las religiosas) que le quitaban a estos seres vivos todo tipo de prerrogativa ética. Por suerte, las cosas han cambiado y hoy sabemos, a ciencia cierta, que los seres no humanos también son susceptibles al sufrimiento, tanto psicológico como físico, de manera similar de lo que son los humanos.

Ahora te preguntaras ¿cómo sabemos que existen seres vivos que también sienten? ¿Cómo delineamos que es un animal y una planta? ¿Será acaso que las plantas también sufren y, por lo tanto, debiéramos tener consideraciones éticas hacia ellas? La propuesta de Singer es que en la medida que los seres vivos tengan sistema nervioso central son susceptibles al sufrimiento; y si tienen un sistema nervioso central debiéramos tratarlos igual como trataríamos a seres humanos. Me imagino que no comerías carne humana, al igual que no usarías humanos para matarlos en actividades deportivas; no encarcelarías a mujeres para poder extraer leche con fines comerciales; no usarías a bebes para matarlos y poder investigar sus órganos. La solución política que propone Singer es que en el largo plazo debiéramos disminuir nuestro consumo de animales para, de ese modo, romper el círculo de comercialización de estos productos. En el largo plazo, propone Singer, debiéramos ser todos veganos.

Ahora, ¿cómo se relaciona todo esto con el ateismo? ¿Existe una relación directa entre el maltrato animal y las creencias religiosas? No creemos que exista una relación directa entre ser creyente y no ser respetuoso frente a seres de otra especie. Hemos conocido muchísimas personas que declarándose cristianas o católicas manifiestan un sincero respeto hacia los animales. No obstante, estos mismos creyentes que consideran la opción del respeto hacia los animales se reconocen como creyentes moderados o laxos.

Creyentes ortodoxos[1], por el contrario, se ven obligados hacia una actitud, no digamos beligerante, pero si arrogante y destructiva hacia otras especies. Recuérdese que según ellos, los seres humanos somos creados a “imagen y semejaza de Dios” lo cual implica, según la biblia, que tenemos ciertas ventajas comparativas frente a otras especies que los que sólo serían medios para satisfacer los designios humanos. En efecto, la biblia nos dice lo siguiente

Después bendijo Dios a Noé y a sus hijos. Y díjoles: Creced y multiplicaos y poblad la tierra. Que teman y tiemblen ante vosotros todos los animales de la tierra, y todas las aves del cielo, y todo cuanto se mueve sobre la tierra: todos los peces del mar están sujetos a vuestro poder. Y todo lo que tiene movimiento y vida os servirá de alimento: todas las cosas os las entrego, así como las legumbres y las hierbas. (Génesis 9:1-3)

En síntesis, lo que queremos manifestar es que, efectivamente, no hay una relación directa entre la no consideración moral hacia los animales y personas creyentes. Esto se debe a que la gran mayoría de las personas (sobre todo en Chile) son creyentes moderados. Sin embargo, para la ortodoxia religiosa, aquellos que creen que la verdad religiosa es revelada por la biblia, les es imposible el respeto hacia otras especias ya que, como citamos más arriba, todo cuanto se mueve sobre la tierra está sujeto a su poder.

Lo que es un hecho innegable es que hemos vivido en una sociedad en la cual sus tradiciones culturales más arraigadas son sustentadas por la religión, lo cual implica que, queriéndolo o no, hemos sido cómplices de este maltrato hacia otras especies. Obviamente, no podemos lamentarnos por ello, no obstante, lo que si podemos hacer es tomar conciencia sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Posiblemente, una buena forma de ser concientes es imaginar como hubiese sido nuestro trato hacia otras especies sin la existencia de instituciones religiosas que proclamasen la superioridad humana por sobre otros seres vivos. Pregúntate ahora, ¿seríamos más conscientes frente a otras especies? ¿Crees que la arrogancia religiosa avaló la matanza y el maltrato de un sinnúmero de animales? ¿Seríamos más respetuosos de nuestro entorno si no hubiesen existido instituciones que se proclamasen como los dueños del mundo? Si tus respuestas hacia estos cuestionamientos son siempre positivas, ahí tienes otro punto relevante, aunque tangencial, en contra de la religión.

Por último, siguiendo con la tendencia de este Blog de presentar material audiovisual, te dejamos un documental sobre Ingrid Newkirk, lider de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), que creemos puede ser interesante.



[1] En esta entrada nos referimos principalmente a las religiones cristiana, musulmana y judía. Reconocemos el hecho de que tanto pequeñas religiones tribales como religiones orientales muestran un aprecio muchísimo mayor hacia otras especies de lo que lo hace las tres arriba mencionada.


martes, 22 de diciembre de 2009

EL VIRUS DE LA FE

En un mundo sin Dios, no hay garantías de que vas a ser recompensado por hacer el bien. O que vas a ser sancionado por hacer el mal. Los ateos debemos hacer lo correcto, simplemente porque es lo correcto.

(Louise M. Antony)

La segunda parte del documental ¿La raíz de todo mal?, presentado por Richard Dawkins, lleva por subtítulo: el virus de la fe, y se ocupa precisamente sobre el problema de la religión. En la opinión de Dawkins ésta puede conducir a la formación de una moralidad retorcida e inflexible, siendo particularmente peligrosa en cuanto permite el adoctrinamiento durante la niñez, actuando como un virus que infecta a nuestros jóvenes, saltando de una generación a la siguiente. De esta forma, se cuestiona la educación sectaria, que segrega a los niños unos de otros de acuerdo a la religión de sus padres. Dawkins afirma que esto actúa como una fuerza divisoria, similar a la que separa dos sub-especies y las convierte en dos especies distintas, ya genéticamente disímiles. Siguiendo con la idea de que la religión actúa como un virus que infecta peligrosamente a los más jóvenes, Dawkins sostiene que parte del crecimiento de los seres humanos implica eliminar el virus de la fe a través del pensamiento racional. Sin embargo, quienes no logran hacerlo, se mantienen en un estado permanente de infancia, con el consiguiente peligro de que pasen su infección a la generación que los sucede. La manera en que se impone esta forma de pensamiento supone tomar los libros sagrados como la fuente de una verdad única e inmutable, donde la opinión personal ya no importa, ya que las respuestas a todas las preguntas ya están escritas, y sólo cabe creer para hacerlas suyas.

El adoctrinamiento religioso implica mezclar la educación de la juventud con la imposición de normas morales basadas en los textos considerados sagrados por venir del mismo dios. Es precisamente en este punto donde queremos detenernos para analizar sus postulados con más detalle. Quienes defienden la inclusión de la moralidad religiosa al interior de la escuela, sostienen que, ya que fue precisamente dios quien nos otorgó un código de normas morales, y puesto que nos regimos por estas reglas, de no existir un dios no existiría tampoco un incentivo para actuar bien y ni siquiera podríamos estar seguros de que cuestiones como la violación, el asesinato o la pedofilia están mal. Por tanto, tiene que existir un dios, y es él quien nos incita a actuar bien.

Siguiendo esta línea de pensamiento: ¿Tenemos que pensar entonces que el único motor para actuar bien es el temor a la ira de dios?; ¿Constituye la palabra de dios la única fuente de normas morales sobre las cuales pueda regirse la humanidad? Dawkins cree que la respuesta a cualquiera de estas dos preguntas es negativa, y que la religión, más que la fuente primaria del orden moral humano, no es sino un parásito de un sentido de moralidad arraigado con mayor anterioridad en el género humano. Para el profesor de Oxford, la ciencia permite revelar las verdaderas raíces de la moralidad humana, ya que ésta no proviene de una deidad ficticia o de sus escritos, sino que de genes altruistas que han sido seleccionados naturalmente en nuestro pasado evolutivo. Nuestro sentido del bien y el mal nada tiene que ver con la religión, ya que existe una explicación perfectamente racional que explica la existencia misma de la moralidad. Esto porque en su desarrollo, los seres humanos vivieron bajos condiciones que favorecían la existencia de genes altruistas, por cuanto la sobrevivencia misma de éstos dependía de la capacidad de alimentar a nuestra familia y de hacer buenas acciones para con nuestros pares. De otra manera, ¿cómo se explica que quienes no juramos lealtad a ningún libro sagrado en particular podemos insertarnos dentro de un consenso moral acordado por un gran número de personas? No ha sido a través de la religión, sino que a través de nuestra calidad de animales sociales el cómo hemos llegado a acordar de que no es correcto matar, robar o violar. Esto es producto de una conciencia moral innata, la que se encuentra en constante evolución.

martes, 15 de diciembre de 2009

RICHARD DAWKINS “FE Y CIENCIA”

Richard Dawkins (VS. Wikipedia) debe ser, sin lugar a dudas, uno de los más famosos darwinistas vivos. Sus obras más destacadas son El gen egoísta (1976) y El Espejismo de Dios (2006). Precisamente sobre éste último es sobre lo que habla el documental que exhibiremos a continuación. El documental está dividido en dos partes: El Espejismo de Dios (2006) y El Virus de la Fe (2006). En este pequeño comentario quisiéramos centrarnos exclusivamente en algunas ideas sobre la primera parte del documental.

Podríamos sostener que el desarrollo intelectual de Dawkins transcurre desde el desarrollo científico hacia una concepción proselitista del ateismo. En relación con esto, Dawkins es un convencido de que es imposible congeniar ideas científicas con ideales y comprensiones religiosas. Según él, la fe sería el proceso del no pensar, mientras que la ciencia es la disciplina del completo cuestionamiento. “Fe” sería la no evidencia; mientras que ciencia sería la disciplina que, evidencia sobre evidencia, se va autoalimentado en búsqueda de la verdad. En el documental Dawkins lo pone en estos términos:

La ciencia es una disciplina de investigación y duda constructiva que cuestiona con lógica, pruebas y razones para evaluar conclusiones. La fe, profundo constaste, exige la suspensión total de la crítica.


Pero ¿qué implicancias tiene esto? Al parecer no suena tan terrible ¿podría solucionarse el problema con una solución salomónica diciendo: “ok, para algunas cosas usamos el conocimiento científico y para otras recurrimos a la religión”? Pero esto es lo que no sucede. Hay una serie de temas que no son susceptibles de dicha solución. Piensen en la cantidad de temas morales en los cuales la iglesia dice qué hacer (eutanasia, aborto, matrimonio, etc). Incluso si es que coincidieran racionalmente con ellos habría otra serie de problemas que exigirían dejar de pensar y sólo creer.

¿Me creerías si te digo que mi mejor amigo murió y resucito? ¿Creerías que tengo una amiga que quedo embarazada sin tener relaciones sexuales? ¿Y sobre otro amigo que dice tener el derecho moral sobre todos por que encontró un libro muy antiguo? ¿De otro que camina sobre el agua? ¿De que está en todas partes y en ninguna a la misma vez? ¿Creerías algo de todo esto? Me imagino que no, pero cuando las personas aceptan ciertas cosas de la iglesia básicamente están suprimiendo su capacidad de razonar y aceptando cosas que si se las dijera cualquier persona las rechazaría catalogándolas de descabelladas.

En este sentido la obra de Dawkins en general, y el video que mostramos a continuación en particular, hacen un llamado a pensar racionalmente (o sobre lo que altamente probable) por sobre ideas de hadas, duendes y ángeles. Entonces, dirigiéndome directamente a cada uno, te pregunto: ¿quién quieres ser? ¿alguien que usa su cabeza para pensar y juzgar por sí mismo, o alguien que depende de libros sagrados, vírgenes y hadas para generar evaluaciones propias?


DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS. POR FAVOR LEER.

Escribimos este blog con la intención de convencerte respecto al porqué creemos que debieras ser ateo. Si ya lo eres, entonces encontraras aquí algún material que puede ayudarte a reafirmar tus creencias y profundizar tus argumentos.

Si bien nuestro objetivo pudiese parecer un tanto pretencioso, creemos que las evidencias que pretendemos mostrar serán más que suficientes para convencer al más ferviente de los creyentes. Siempre y cuando éste se muestre receptivo a argumentos racionales.

Por otra parte, te preguntaras por qué un grupo de personas decide perder parte de su valioso tiempo escribiendo sobre esto: ¿Es tan importante el tema como para decidirse a hacer un blog sobre un tema que pareciera ser tan personal? Efectivamente, creemos que el tema -hoy más que nunca- es sumamente relevante. El mundo ve como, día a día, el país más poderoso se vuelve más y más religioso, influyendo constantemente en las decisiones de una gran cantidad de gente, tanto en su propio territorio como en el exterior. Aquí en Latinoamérica el conservadurismo religioso también se encuentra en alza; notamos como grupos evangélicos se enriquecen a costa de incautos esperanzados en la promesa de un paraíso futuro.

Además, hay otras dos razones que nos mueven a hacer este Blog. La primera tiene que ver con un compromiso con la verdad. Creemos que existe tanta, pero tanta evidencia en todas las áreas (histórica, lógica, biológica, estadística, etc.) que sostienen la hipótesis de que dios no existe, que la hipótesis de su existencia se hace cada día más ridícula.

Segundo, y más importante, creemos que en Latinoamérica en general, y en Chile en particular, la iglesia (cualquiera que ésta sea: católica, protestante, evangélica, etc.) extiende su imperio y su influencia en ámbitos donde creemos ninguna institución u organización debiera decirnos qué hacer en el plano de lo moral, lo privado y lo individual. Posiciones sobre eutanasia, aborto, relaciones sexuales, concepciones de familia o matrimonio son exclusivas de cada persona (tanto a nivel sensorial como racional) y nadie puede pretender imponerle al otro lo que debe hacer. Muy por el contrario, la iglesia se esmera en adoctrinar a la gente sobre lo que debe pensar y sentir. Respecto a este punto ocurre un hecho particularmente curioso, ya que muchos creen (e incluso nos han preguntando) que no existirían incentivos para actuar bien en el caso de la inexistencia de dios; dicen que es una fantasía en términos morales que no exista dios, ya que esto nos haría seres egoístamente amorales. Muy por el contrario, creemos que justificar tus creencias morales en alguna deidad (o en la creencia de ella) sólo demuestra tu incapacidad racional para hacerte responsable de tus propias decisiones éticas.

Otro punto que quisiéramos comentar es el relativo a la organización de gente que no profesa ninguna religión. No creemos, y no pretendemos, que se deba formar una “iglesia atea” ya que esto equivaldría a formar otra entidad gregaria que privara a los individuos de tomar sus propias conclusiones respecto a cómo vivir. Sólo proponemos mostrar cierta información que eventualmente logrará que la gente se aleje de creencias que les digan qué decir, para finalmente actuar en función de su propio raciocinio.

Creemos que es suficiente con esta pequeña declaración de principios. Sólo queremos hacer las últimas advertencias. Primero, en este espacio pretendemos comentar y mostrar un sinfín de argumentos sobre la inexistencia de dios. Por supuesto que muchas de las ideas que aquí te mostraremos tienen divergencias entre sí. Te llamamos a que centres tu atención en las convergencias más que en las sutiles discrepancias.

Por último, dejaremos este espacio para que todos puedan opinar y discutir los planteamientos presentados. No obstante, esperamos que lo hagas con un mínimo de respeto que incentive una discusión racional de ideas y argumentos.

Los organizadores.